Para VER…

Los años, la experiencia y la vida nos hacen descubrir lo verdaderamente importante…

Para pensar…

Tu cuerpo es tu templo…la casa de Dios…

Vivimos en una civilización que tiene como eje de pensamiento y como criterio de actuación el anhelo de ganar y tener dinero. Muchas personas, sin atreverse a confesarlo, saben que en su vida lo importante y definitivo es ganar dinero, adquirir bienestar material y lograr un prestigio social. Para ello se sirven de todo.

Jesús hoy levanta su mano contra los que sólo piensan en sus intereses egoístas, en su propio negocio. La experiencia de vida nos hace fijarnos y valorar los templos vivos. Amar, respetar, cuidar, estar atento a las personas y a sus necesidades, sobre todo a las más pobres y necesitadas. Acercarse a ellas, vivir sus problemas, sus alegrías y angustias, fracasos y proyectos. Ellas son templos vivos de Dios. ¿Me apasiono hoy por ellos o sigo viviendo apasionado por el tener? Qué importante sería darnos cuenta de todo ello sin tener que esperar a la última etapa de nuestra vida, cuando caemos en la cuenta de lo sencillo e importante. Estamos a tiempo de construir templos vivos desde ya. Pongamos nuestro empeño en ello.

Oremos: Señor enséñanos a compartir, a ser generosos, a pensar en los demás. Aparta de nuestro corazón el egoísmo, la ambición y todo aquello que nos aleja de Tí y de los demás. Quédate en nosotros, en nuestra casa, en nuestro corazón y enséñanos a orar. Amén.